martes, 19 de febrero de 2008

...la silla


Mi silla es amarilla,
tiene patas de p
ato.
Yo la llamo gurripato
y ella se ríe un rato.

Me pongo a dar vueltas en ella
porque sabe girar y girar.



¡Oh!, me estoy mareando
lo veo todo fatal.


Pero mi silla
no tiene frenos

así, que no puede frenar.
Parece una noria loca,
gira y gira sin parar.


¡Por fin!
El viaje ha terminado

todo tranquilo ha quedado.
Ya puedo completar
un dibujo que estoy haciendo

de un barco y del mar.

¡Este gurripato pato
me ha hecho hacer un garabato!


©
Carmen Ramos






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