Yo tenía una abuela chiclanera.
Como una guitarra, fuerte por dentro, delicada por fuera.
Siempre me decía: toca despacito, Tomatito, una guitarra es una mujer de madera.
No se lo arranques todo a la primera.
Abuela, yo quiero ser coquina que cante con Camarón,
parpujita brillante, soplío de levante.
Mi abuela chiclanera se fue a la Barrosa, a pescar jureles,
a comer ostiones, a buscar harina de chícharos para los camarones.
Mi abuela chiclanera se fue a la Bahía,
a pasarle un pañito a las acedías.
Desde el castillo de Hércules, se oyen palmaditas,
taconeos por el pasillo. Tomatito, Tomatito, te acuerdas de aquel tanguillo: Aquellos duros antiguos que tanto en Cai dieron que hablar……
Texto: Inés Butrón
Como una guitarra, fuerte por dentro, delicada por fuera.
Siempre me decía: toca despacito, Tomatito, una guitarra es una mujer de madera.
No se lo arranques todo a la primera.
Abuela, yo quiero ser coquina que cante con Camarón,
parpujita brillante, soplío de levante.
Mi abuela chiclanera se fue a la Barrosa, a pescar jureles,
a comer ostiones, a buscar harina de chícharos para los camarones.
Mi abuela chiclanera se fue a la Bahía,
a pasarle un pañito a las acedías.
Desde el castillo de Hércules, se oyen palmaditas,
taconeos por el pasillo. Tomatito, Tomatito, te acuerdas de aquel tanguillo: Aquellos duros antiguos que tanto en Cai dieron que hablar……
Texto: Inés Butrón
3 comentarios:
Si ya es una suerte para un padre, un hijo que pose así; mas suerte es para el hijo, que su padre lo inmortalice con tanto arte.
Gracias Carlos, tu siempre tan atento.
A ver si te veo algún día por aquí.
Un abrazo company
Yo tenía una abuela chiclanera. Como una guitarra, fuerte por dentro, delicada por fuera. Siempre me decía: toca despacito, Tomatito, una guitarra es una mujer de madera. No se lo arranques todo a la primera.
Abuela, yo quiero ser coquina que cante con Camarón, parpujita brillante, soplío de levante.
Mi abuela chiclanera se fue a la Barrosa, a pescar jureles, a comer ostiones, a buscar harina de chícharos para los camarones.
Mi abuela chiclanera se fue a la Bahía, a pasarle un pañito a las acedías.
Desde el castillo de Hércules, se oyen palmaditas, taconeos por el pasillo. Tomatito, Tomatito, te acuerdas de aquel tanguillo: Aquellos duros antiguos que tanto en Cai dieron que hablar……
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