HACIENDO CAMINO AL ANDAR
Este pelotón rezagado sigue su propio ritmo.
Jamás llevarán el maillot amarillo, pero les da igual,
ellos tienen sus propias metas.
Algunos comprueban emocionados la nueva velocidad
de sus piernas, otros se alegran de sudar la camiseta
después de mucho tiempo, como si les devolvieran
una parte de su juventud.
Hay quien se anima a organizar un partidillo de fútbol sala
el próximo sábado y uno se excusa diciendo que le
sale el vuelo a Santo Domingo y si llega tarde su señora lo mata.
Un despistado se une tarde al grupo.
Como los ascensores iban llenos, ha subido andando.
Lo reciben con palmas y olivos pese a la tardanza.
La novia de uno de ellos ha venido a buscarlo.
Guiños de complicidad y olor a tigre. ¡Torero, Torero, Torero!
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