Es increíble como puede cambiar
de ánimo una imagen como esta.
Cuando vas algún sito de vacaciones,
asta te gusta, te miras los
muñequitos y sus posturas;
cuando vuelves; la odias.
Por no mirar esa imagen,
miras por la ventanilla
y desde arriba las cosas
parecen lo que no son.
Si se pudiera parar como los autobuses...
cogería ese transbordo.
Va hacía el oeste, pero es igual.
Preferiría ir al sur.
Sierra Nevada no estaría mal,
con sus patatas bomba o
unos chipirones en su tinta.
Hay que fotografiar esto. Por cojones.
Nunca me acordaba del nombre.
¿verdad cariño?
Tu tampoco.
Últimas tomas antes de ir a casa.
Buuaaah!, mi lado sur me pide de tó.
Todo lo que te imaginas, y mas,
solo hay que mirar.
Uno hace lo que puede y lo que
le gusta. Luego puede gustar, o no.
Mil gracias a todos los que ponéis
comentarios, y apretáis ese dedo hacia arriba,
a todos los que compartís enlace.
Kilos de gracias. Un beso para todas/os.
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